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Foto del escritorLa mujer La palabra

Cinco poetas lesbianas

Escribe Valentina Dos Santos






La categoría de literatura lesbiana, así como la de escritura femenina, es polémica y no hay una opinión unívoca al respecto. Cuando hablo de literatura lesbiana, ¿hablo de literatura que tiene como tema central las relaciones entre mujeres o me refiero a aquellas obras escritas por autoras lesbianas?, ¿existe la literatura lesbiana?  

La "etiqueta" de literatura lesbiana ayuda a aislar ciertas obras para su estudio y lectura. Se puede estar o no de acuerdo con tal categoría, pero es innegable la necesidad del recorte y de su estudio. Para esta selección me limité a cinco poetas lesbianas que escriben sobre otras mujeres ofreciéndonos una visión del amor (un tema tan universal) y del deseo al margen de la visión masculina. Muy al margen. Y es que se trata de ver a las mujeres de otra manera.

Es necesario nombrar para que exista y no es que con la categoría literatura lesbiana, las lesbianas aparezcan y nazcan porque sí. Me refiero a la necesidad de sacar a las lesbianas de la zona de lo invisible, darnos, en suma, el derecho a existir, supliendo la necesidad de tener una literatura más representativa, más diversa. Hemos crecido con la lectura de poemas escritos por hombres, sobre todo aquellos que expresaban el deseo y el amor por otras mujeres (objetualizándolas, pues a las mujeres se les ha negado por mucho tiempo ser sujeto de deseo), esto fue siempre así porque el lesbianismo y la homosexualidad masculina eran un imposible y como tal, no se mostraban. Allí se quedaron las mujeres que escribieron sobre el amor que sentían por otras mujeres, en el último estante de alguna biblioteca.

Como nos han negado el acceso y la posibilidad de escribir, hemos de rescatar a las que han podido escribir sobre el amor entre mujeres. A partir de allí crear lo nuestro. Que las lesbianas hayan sido invisibilizadas no quiere decir que no existan. Leer a poetas lesbianas es abrir nuevos caminos, es una forma de ternura y justicia. 


 

 

Nosis de Locri (Italia, siglo III a. e. c)

 

El beso de Cipris

 

Más dulce que el deseo, nada. Todas las otras alegrías quedan en segundo lugar.

De mi boca escupo la miel.

Esto dice Nosis: quien no fue besada por Cipris

no sabe qué flores son rosas. 

 

Besada por Cipris (2020) editorial Rara Avis, p. 21.

 

 

Westonia Murray (1938, Australia)

 

Atesoré la sangre

De mi primera menstruación

Yo era también eso

La emoción de no tener miedo

De lo que la domina a una 

Me sedujo desde entonces

Vi a mi madre con otros ojos 

Su pelo    Su piel de mujer malaya 

Alguna vez tuve en mi boca 

Sus pechos

 

-

 

Tomando té tras té de manzanilla

Cuento los años 

Que estuve sin escribir

Que amé sólo algunos hombres 

Que estudié en la academia

Soñando con ser la que no era

Me armé de desobediencia 

La noche que perdí 

La virginidad

Con otra mujer. 

 

Biografía en los saquitos de té. Editorial Llantén, p. 14-15.

 

 

Ellen Bass (Estados Unidos, 1947)

 

Ese fue el día en que ella alcanzó dentro mío

algo que yo no pensaba que tenía.

Y como sacando del río una trucha gorda y brillante 

ella me sacó el río de adentro. Esa

es la manera en que quiero conocer a Dios. 

 

Todos los platos del menú (2021) Editorial Gog & Magog, p. 17.

 

 

Paula Maffía (Argentina, 1983)

 

Antes de morir

quiero un beso

de tu boca de diosa, 

esa boca no habla:

profiere. 

 

Verso (2021) Editorial Emecé, p. 68.

 

 

Carolina Pérez More (2000, Uruguay)

 

En el momento

no me importaba perder

el collar de piedras

mi reloj

una media

la camisa a cuadros de mi abuela

mi libro favorito

en tus sábanas

 

ahora

miro atrás

no entiendo ese sentimiento

de despojo total

para alcanzar tu cuerpo.

 

Para que habites en mí. Poesía Lésbica (2022) editorial Deletreo, p. 9.


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